DIGNA OCHOA y PLÁCIDO, la REINVINDICACIÓN DE LA SALUD MENTAL.

DIGNA OCHOA y PLÁCIDO, la REINVINDICACIÓN DE LA SALUD MENTAL. “Me enseñaron las cosas equivocadamente los que enseñan las cosas: los padres, el maestro, el sacerdote pues me dijeron: tienes que ser buena. Basta ser bueno. Al bueno se le da un dulce, una medalla, todo el amor, el cielo. Y ser bueno es muy fácil. Basta abatir los párpados y no ver y no juzgar lo que hacen los otros, porque no es de tu incumbencia. Basta no abrir los labios para no protestar cuando alguno te empuje porque, o no quiso herirte o no pudo evitarlo o Dios está probando el temple de tu alma. De cualquier modo, pues, cuando te ocurra el mal hay que aceptarlo, agradecerlo incluso pero no devolverlo. Y no preguntes por qué. Porque los buenos no son inquisitivos. Y dar. Si tienes una capa córtala en dos y entrega la mitad al otro, aunque el otro no sea más que un coleccionista de mitades de capa. Eso es asunto suyo y tu mano derecha debe ignorar... etcétera. Y recibir con ambas mejillas, eso sí. No siem...