19S: EL SISMO EMOCIONAL

19-S EL SISMO EMOCIONAL

Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, y manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira. Es la tierra que cambia -y se agita y crece- cuando Dios se aleja. Jaime Sabines –Me encanta Dios-.


Han pasado 100 días desde el sismo del pasado 19 de Septiembre -19S-, y con ello han quedado en la memoria imágenes vivas de lo acontecido en esa fecha, que si bien no deseada, debemos sacarle el mayor aprendizaje posible en todo sentido. Dividiré este artículo en 3 partes:

1. CRONOLOGIA

2. DIMENSIÓN DEL 19S

3. SISMO EMOCIONAL

1. CRONOLOGIA DEL SISMO La naturaleza misma nos fue llevando justo hacia un punto de quiebre geológico, psicológico y social ineludible, repasemos ese mes de septiembre del año en curso: a) 6 de Septiembre 19:06 se activa una falsa alarma de sismo en la ciudad de México (Datos del periódico Excélsior en su emisión del día 07/09/17) b) 07 de Septiembre, 23:49, sismo con magnitud 8.2, epicentro Chiapas –el de mayor magnitud en México en un siglo-. (Datos http://www.huffingtonpost.com.mx/2017/09/08) c) 19 de Septiembre 13:14, sismo con magnitud 7.1, epicentro Morelos, límite con Puebla –, a 32 años, mismo día del sismo de 1985-. (Dato Noticieros Televisa 20/09/17) Ese mismo día a las 7:19, como desde hace 31 años se realizaba la conmemoración en plazas públicas de la CDMX y por ende en las noticias se difundían dichos eventos, de la misma manera se hizo sonar la alarma sísmica para el simulacro a las 11:00, anunciado con antelación en edificios habitacionales, escuelas, hospitales, etc. Esta cronología de hechos, del 6 al 19 de Septiembre, fue generando en el inconsciente individual y colectivo ansiedad e incluso indiferencia, sentimientos encontrados que bien se alimentaron de un “fenómeno viral”, por el exceso de información de lo acontecido en Chiapas, Oaxaca, Tabasco, escuelas, edificios, casas afectadas, personas fallecidas y lastimadas fueron insertándose en la mente de las personas que a través de diferentes medios veían o escuchaban las noticias, y aquí en la CDMX, la declaración del Jefe de Gobierno Miguel Mancera ante los medios de comunicación, donde señalo: “… la Ciudad de México fue puesta a prueba con el sismo de 8.2 grados…”. (08/09/17), Según registros del periódico el Universal/metrópoli), era una muestra de cómo subestimar a la naturaleza, impredecible de por sí.

2. LA DIMENSION DEL 19S 13:14 horas: La experiencia no fue la misma para todos: algunas personas desgraciadamente fallecieron en los edificios colapsados, otras fueron rescatadas de los escombros y lograron salir con vida, hay quienes perdieron a un familiar o amigo, mucha gente quedó en calidad de damnificada al perder o tener en gran riesgo su patrimonio, los rescatistas y testigos cercanos a las víctimas observaron todo el dolor, la tristeza, la angustia y el caos. Me encontraba en una reunión en la planta baja de un centro de salud, cuando entonces inmersos en el tema, alguien del grupo de trabajo, exclamo: “está temblando”, acto seguido salimos, la intensidad del sismo fue haciéndose sentir, la alarma sísmica que no sonó previamente (dato relevante, y que ese sonido también genera en si misma una alerta emocional intensa), empezó a escucharse, fueron segundos paralizantes, como si las personas se detuvieran en el tiempo gravitando al caminar o casi correr durante el movimiento, las estructuras se movían y parecía que tenían voz propia con el sonido del crujir en sus adentros. Segundos de SILENCIO después del sismo. Minutos después, emociones varias comenzaron a apoderarse de la gente, no importaba la condición socioeconómica, cultural, edad, nos encontrábamos ante un hecho súbito, que muchas generaciones no conocían de esa magnitud, y los que vivimos sismos anteriores revivíamos en “flashback” memorias de experiencias. Conforme pasaban los minutos nos dábamos cuenta de que los dispositivos móviles estaban en punto muerto, el transito empezaba a colapsarse, servicios básicos como el agua, luz, gas se suspendieron. ANSIEDAD. MIEDO. ESTRÉS. ENOJO. TRISTEZA. Estábamos en la FASE 1, DE EMERGENCIA, las personas al percatarse de la magnitud del sismo empezaban a generar una alta ansiedad y gradualmente en días posteriores un intenso contacto social (incluso un sobrecupo de ayuda humanitaria), pensamientos repetitivos sobre lo ocurrido. Se pensaba y se hablaba mucho sobre lo ocurrido, incluso un par de horas después de haber sentido el temblor, al caminar sobre la avenida Marina Nacional hacia Circuito Nacional, se podía percibir un efecto de bloqueo emocional en las personas (tipo zombi). A tres meses del sismo según informa Radio Formula (en entrevista 19/12/17) con Ricardo Becerra, comisionado para la reconstrucción de la capital, el número de personas afectadas materialmente por el sismo del pasado 19 de septiembre en la CDMX ascendió a cien mil, 790 edificios y seis mil 500 casas resultaron afectados con algún daño fuerte, 350 ha sido dictaminados y 102 serán demolidos. Hay aproximadamente 110 edificios de gobierno de la Ciudad de México afectados y que también se desconoce cuántos federales, y refirió que alrededor de 800 escuelas continúan con afectaciones. De acuerdo con cifras oficiales, 369 personas murieron como consecuencia del sismo del 19 de septiembre y del 7 del mismo mes. La Ciudad de México fue la más afectada con 228 víctimas mortales. Le sigue Morelos (74), Puebla (45), Estado de México (15), Guerrero (6) y Oaxaca (1).

3. SISMO EMOCIONAL: RECTIFICACION DE VIDA Decía Octavio Paz, en su artículo: “Escombros y semillas” del Periódico el PAÍS en Octubre de 1985: “…Los aztecas creían que esta edad del mundo estaba regida por el sol del movimiento, y esta idea les dio ánimo para ver de frente y con entereza los terremotos, las erupciones volcánicas y las inundaciones; la creencia en la justicia y la misericordia divinas alivió a nuestros antepasados e impregnó de sentido a las catástrofes y convulsiones naturales que padecieron…” Un suceso como el 19S, provoco gradualmente una respuesta de alerta exagerada que se manifiesta en hipervigilancia, respuestas de sorpresa exageradas, irritabilidad, dificultades de concentración y de sueño. Todo aquel que haya sufrido un estrés sufre de “flashbacks” repetitivos durante el día y en la noche (sueños), esta experiencia traumática se suele repetir fácilmente cuando algo exterior se las recuerda (por ejemplo una alarma sísmica o una aplicación tecnológica que anuncie un probable movimiento sísmico). Estos pensamientos intrusivos son los síntomas que se mantienen durante más tiempo. Es lo que se conoce como una SEGUNDA FASE, DE INHIBICIÓN, que dura entre 3 y 8 semanas, según Darío Páez Rovira, del departamento de Psicología social de la Universidad de Barcelona, esta fase se caracteriza por una importante disminución en el modo de expresar o compartir social sobre lo ocurrido. En esta fase aumenta la ansiedad, los síntomas psicosomáticos y los pequeños problemas de salud, las pesadillas, las discusiones. Finalmente, a las 2-4 meses (recordemos que estamos a 3 meses del evento) el nivel de hablar y pensar fluye de una manera objetiva y disminuye la ansiedad, produciéndose una asimilación del hecho colectivo. Esto sugiere que con respecto al 19S estamos entrando en la TERCERA FASE, DE ADAPTACION. Muchos elementos se ponen en juego para determinar si una crisis conllevará o no problemas a largo plazo: la naturaleza e intensidad del suceso, los recursos con los que cuenta cada quien y la ayuda externa disponible (Lindemann, E. American Journal of Psychiatry)

El 19S nos debe redescubrir en lo individual y colectivo, lo latente, resiliente, en nuestra silenciosa energía, humor, resignación, realismo, valor, espiritualidad y sentido común, ese ser común-comunitario, que es justo eso, un ser social, solidario, sin importar solamente si somos generación X, Millenials, BabyBoomers. No se trata solamente, como lo han llamado burocráticamente “RECONSTRUIR”, sino de RECTIFICAR el curso de la historia de México, parafraseando a Paz, tan vigente como hace 32 años: “…Creo que es momento de reiniciar en serio...”.

Es una tarea de largo aliento, como todas las que cuentan en la historia, más aun es una TAREA IMPOSTERGABLE que debe iniciar desde casa, desde un plan de protección civil familiar, hasta mejorar los sistemas normativos, legales, financieros, políticos (y sobre todo aplicarlos), por mencionar los más importantes. Cierto, es una tarea que, de llevarse a cabo, requerirá los esfuerzos de 1, 2, o quizá hasta 3 generaciones, pero no hay que subestimar a la naturaleza, ni a nosotros mismos. Este es el momento propicio para comenzarla. La verdadera y única gratitud será la de nuestros descendientes.

Escrito el 29 de Diciembre del 2017, Ciudad de México

Sobre el autor, Manlio Fabio Diego Llamas es Psicólogo por la UAM Xochimilco, cuenta con Maestría en Gestión Directiva en Salud de la UVM Campus Coyocán, tiene la Especialidad en Ética y Sociedad por la Universidad ORT México, ha sido persona servidora pública en ámbitos de salud, participación ciudadana y desarrollo social, es profesor en nivel bachillerato, licenciatura y posgrado. Fundador del proyecto comunitario HumanisticaMente donde desarrolla conferencias y talleres por internet, así como organización de jornadas barriales a través de la planificación participativa, técnicas de educación popular y animación socio-cultural.

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